sábado, 26 de enero de 2008

ETNOFARMACOLOGÍA.


Hoy…Ayahuasca, Daturas y San Pedrito.-

La fascinante gama de creencias mitológicas en nuestras culturas precolombinas es un tema de estudio apasionante. Son muchos los factores y elementos que se toman en cuenta al momento de pretender analizar el proceso de construcción de estos ancestrales sistemas de creencias, pero sin lugar a dudas el mas importante de aquellos son los estados de conciencia acrecentados, inducidos por la ingesta de plantas de poder y el posterior viaje hacia lo bidimensional, lo espiritual, lo extraterrenal, base desde donde parte todo este proceso.
Por Dr. FLOYD.


Tenemos claro que la principal especie sagrada, de poder, enteogénica o como quiera llamársele, en América del sur es la Ayahuasca. No obstante aquello, existen importantes plantas sagradas cuyo uso no ha sido muy difundido, e ahí su pseudoanonimato. Cada una de estas especies contiene ciertos elementos psicoactivos que han sido claves para su percepción y posterior representación de las culturas milenarias.

La Ayahuasca tiene dos representaciones, una científica y una cultural. La científica la adscribe a una definición que hace alusión a un brebaje hibrido, que se prepara principalmente de una liana y hojas de dos especies complementarias. La cultural, hace alusión a la Ayahuasca como la planta misma de poder, la banisteriopsios caapi. El brebaje de Ayahuasca se prepara con lianas de banisteriopsis caapi, y con las hojas de Chagropanga y Chacruna. Esta maravillosa bebida contiene elementos psicoactivos que en definitiva producen un estado que ha sido clave en la construcción de sus respectivos imaginarios. Su principal elemento Psicoactivo es la Dymetriltriptamina (DMT), más los alcaloides que aportan las especies complementarias a dicha bebida, como lo son la Chagropanga y la Chacruna, que aportan con los alcaloides de THH (Alcaloides de Harmalá). El efecto o la sensación que produce la Ayahuasca podríamos definirlo como soñar despierto, pues nuestros receptores nerviosos que habitan nuestro cerebro contienen en su composición bioquímica DMT, que es el encargado de producir los sueños. Cada vez que nos dormimos y empezamos a soñar, es por efecto de la dymetriltriptamina, por consiguiente, cuando ingerimos Ayahuasca no hacemos mas que permitir esta especie de éxtasis que se produce por la ingesta de DMT, lo que a la larga nos permite tener una especie de “sueño consciente”. Son precisamente estas propiedades visionarias las que han sido la base de la representación sagrada de esta especie en las culturas de la Amazonía y de Andinoamerica.

Otra especie de poder, muy utilizada por as culturas de América intermedia son las Daturas, principalmente la Datura brugmansia (floripondio) y la Datura Stramonium o Datura Ferox (Chamico). Los aportes psicoactivos de estas especies son muy distintos a la Ayahuasca. Las Daturas son las especies más asociadas a la brujería o a la magia dentro del fascinante sistema de creencias de las culturas precolombinas. Según relatos de los mismos chamanes, sería esta la especie de más poder, pues quien no es capaz de dominar su terrible poder, simplemente pierde su alma, tanto así, que en Mesoamerica se le conoce como la Hierba del diablo. Tanto el Chamico como el floripondio contienen alcaloides del grupo de los tropanos, es decir, bloqueadores del sistema nervioso central, por lo tanto, la sensación es muy diferente a la Ayahuasca. Es altamente embriagadora, pues se pierde el equilibrio, la percepción y las nociones de distancia, incluso, se pierde considerablemente la visión, producto de la Atropina. Los alcaloides tropanos son, La hioscamina, la Atropina, la Escopolamina, aposcopolamina, y metelodina, entre otros.

El floripondio contienen los mismos elementos psiocoactivos, pero en una concentración muy inferior, pero igualmente peligrosa por su toxicidad.

Otra especie enteogenica y popularmente muy difundida es el famoso San Pedro, o peyote, como erradamente se difunde en la cultura popular chilensis. El San Pedro es un cactus que crece en diversos climas, pues es altamente resistente a cualquiera de ellos. Sus principales aportes psicoactivos son la Mezcalina, que se concentra casi en su totalidad en la parte verdusca del cactus, en la carne, las concentraciones son mínimas.

La experiencia con esta especie es bastante grata, puesto que ele efecto de la mezcalina se traduce a largos intervalos de observación, por lo que la experiencia es muy contemplativa y agradable. El San Pedro contiene porcentajes mínimos de 5DMT, es decir, pequeñas concentraciones de dymetriltriptamina, lo que explicaría en parte su agradable experiencia. Existen diversas formas para prepararlo, siendo la decocción la más utilizada.

Desde la etnobotanica sus usos se remontan a miles de años. Cada cultura ha tenido distintos vínculos, distintas relaciones con las especies botánicas, por lo tanto, distintas representaciones de ese fascinante universo vegetal, que esconde en si, mensajes que trascienden la vida terrenal, tanto así, que se entiende perfectamente esta especie de indiferencia. Cuanta gente ha pasado frente a un ejemplar de chamico o San Pedro y no tiene el privilegio de tomar la pausa para reflexionar y tratar de comprender como esa simple maleza puede ser el rey de las plantas de poder….nadie lo dimensiona!!!

Ahora, una mención especial tal vez a la mas diseminada especie y a la vez, la menos conocida como una especie psicoactiva, me refiero a la ipomea violácea, una especie muy común en lugares domésticos. Son muchos los hogares, cuyas rejas están cubiertas por esta enredadera. De flor campanil, de un profundo lila, la flor o la enredadera del suspiro, contiene alcaloides de Ergot, ácidos lisérgicos y serotonina lo que explicaría en parte, su efecto altamente contemplativo.



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